jueves, 13 de noviembre de 2008

Anexiobanista

por Miguel Rodríguz Casellas

Concuerdo con Michelle Robinson Obama: jamás me había sentido orgulloso de ser parte de Estados Unidos (y tan ajeno a Puerto Rico).

Mientras allá se deshacen del republicanismo neoliberal y desregulador, aquí se aferran a su niño símbolo con la batería de abogadillos conservadores —sabelotodos y pingones— que hacen fila para llenar el nuevo gabinete penepé. Que la rúbrica del cambio montara simultáneamente a Obama y a Fortuño es muestra de la desconfianza que debe inspirar la lengua.

Mejor oír al espíritu que a Fox News, y fue así como preferí emigrar conceptualmente de Puerto Rico, y anexionarme simbólicamente a Estados Unidos. Fue un martes cuatro de noviembre del dos mil ocho a las once y siete de la noche en una fiesta interracial, diversa y demócrata en Savannah, Georgia: “Yes, we can”.

Fortuño ha hecho de mí un estadista, pues mientras tenga un presidente liberal, y cincuenta jurisdicciones de donde escoger, entonces podré independizarme del terruño de fundamentalistas y supremacistas morales que gracias a él entrarán en noviembre al Gobierno.

Que nadie se crea que lloro la muerte de Aníbal, cuyo infanticidio de la esperanza lo llevó, y a todo al que se le pegó, a la tumba electoral. Aníbal obtuvo lo que se merecía, no así sus dos grandes asesores —universitario el uno, publicista el otro— que permanecen impunes, invisibles a una opinión pública que todavía cree que Aníbal era el gobernador. La mera posibilidad de que estos dos rasputines continúen pululando en los pasillos del poder popular, velando la próxima güira electoral, me aferra a mi nuevo pro-americanismo.

Para cuando Alejandro García Padilla figure como candidato a la gobernación ya solo hablaré inglés. Y es que si Obama inspira un proyecto de posibilidad mundial, el inodoro boricua de partidos políticos sin base intelectual, endogamia oligárquica, tráfico de influencias, nepotismo, así como el regreso de Marcos Rodríguez Ema (“El Hotel La Concha es un adefesio”), mueven a la fuga.

Las ganas de ellos.El autor es decano de la Escuela de Arquitectura de la Politécnica.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta Gufea'o... Vaya que comentario ¿verdad?

Anónimo dijo...

WOW! mejor dicho, imposible!

Anónimo dijo...

ja...estaba hablando el otro día con unos amigos y proponían mejor el PAC (Partido Anexionista a Canadá)...todo por el desagrado con Fortuño...vamos a ver ahora que pasa con Obama!
Ohh,mi tío dijo lo mismo cuando ganó Obama:"ahora sí que me voy a unir a los Estadistas Radicales" (un grupo de jóvenes que proponía unirse a EEUU hace años pero no eran novoprogresistas)...Y él es independentista de hace muchos años

Itzá dijo...

eso ta bien brutal mi pana. thas the shiznit.